La adolescencia es una etapa de transición
entre la infancia y la vida adulta; es un momento plagado de cambios en el cual
los jóvenes deberán de ir adaptándose poco a poco a los nuevos retos que su
vida les va exigiendo; el inicio de la adolescencia empieza con un 3 grandes
duelos; perdemos el cuerpo que teníamos durante la infancia por lo que empieza
a modificarse nuestra autoimagen; perdemos a los padres de la infancia, es
decir, es momento de empezar a responsabilizarnos de nuestras acciones y
finalmente el juego, conforme vamos creciendo, nos vamos alejando de las
actividades que realizábamos para empezar a enfrentar nuevos retos y nuevas
adversidades.
Durante esta etapa, los jóvenes deberán
enfrentar uno de los desafíos más complejos a los que el ser humano está
expuesto; definir quién es, en otras palabras, consolidar su identidad; para
lograr esto tiene primero que probar las diferentes opciones que su cultura y
sociedad le ofrecen; oír cierta música, vestir de tal forma, llevarse con
diferentes tipos de personas, en fin, va a ser una prueba de “ensayo-error” en
el que va a reconocer con certeza que es lo que no le gustaría ser; lo que si,
viene mas adelante. Sin embargo, mientras más conoce acerca de lo que le gusta
y lo que no, está más cerca de asumir una identidad y madurez psicológica; por
otro lado, existe la necesidad de adaptarse a los demás, por lo que influye de
manera importante, las expectativas que se tienen de uno mismo; en este momento
sus relaciones más importantes son los amigos, quienes pueden dañar o
beneficiar al adolescente.
La tarea de formular la identidad es en sí
complicada, pero puede ser más difícil si están presionados por su grupo de
pares para comportarse de tal o cual manera, es común que los adolescentes
hagan cosas simplemente porque los demás lo hacen, pues esto les da una
sensación de pertenencia, algo de suma importancia en esta edad, pues están
buscando separarse de casa para poder crear su propio mundo fuera de lo
familiar, sin embargo, esto los puede llevar a hacer cosas que no quieren o que
no están seguros de hacer como experimentar con drogas, alcohol, vandalismo o
actividades sexuales. Es importante que aprendan a tomar decisiones por si
mismos sin importar la opinión de los demás.
Se dice fácil, pero ¿qué pasa con un mundo que
ahora se rige por la tecnología?
La tecnología hoy en día ha avanzado
rápidamente en casi todas las áreas de la ciencia; cada vez la tenemos más al
alcance de la mano; es una gran herramienta, pero como todo, en exceso es mala…
Los adolescentes de hoy tienen la opción de
encontrar en la tecnología una especie de realidad alterna, las redes sociales
les permiten ser quienes quisieran ser, les permiten tener miles de amigos que
requieren de poco contacto y de poco afecto, les permiten enterarse en tiempo
real de lo que está sucediendo alrededor del mundo, les permiten mostrarse al
mundo tal y como sería el ideal que tienen de sí mismos; todo suena muy
atractivo, sin embargo, los adolescentes, por la etapa en la que están
viviendo, es posible que empiecen a confundir su mundo externo y su mundo
interno; el sujeto se aísla cada vez más, descansa en su fantasía y evade la
realidad, eventualmente las confunde, parten de la falsa premisa de que las
redes sociales son una forma real de socializar, pero le falta un ingrediente
clave: el afecto.
La falta de afectividad en la tecnología da
lugar para que el adolescente tenga cada vez menos herramientas para expresarse
adecuadamente y más acceso a información para la que probablemente aún no están
listos; las posibilidades son infinitas, pero si todas las respuestas están
dadas, ¿cómo van a saber preguntar?
Los adolescentes hoy no saben aburrirse,
llevan consigo uno o varios aparatos electrónicos, con los audífonos puestos,
la música a todo volumen, se transportan a una falsa realidad, `pasan horas en
el celular, viendo videos, leyendo blogs, jugando, pero ya no hay tiempos de
ocio, a falta de esto, una de las consecuencias será la disminución de la
creatividad, ya no hay juego libre, ya está estructurado.
Recordemos que lo que el adolescente está
buscando es su identidad, las redes sociales, la tecnología, la publicidad,
ofrecen un escape a otra realidad, una en la que pueden encontrar millones de
opciones de figuras de identidad, esto a falta de figuras humanas reales, las
relaciones interpersonales me parecen, serán a la larga, las más afectadas. Sin
embargo no todo está perdido, la tecnología puede convertirse en nuestra
aliada, no hay que tenerle miedo, no le permitamos que pueda más que nosotros;
el contacto humano es lo que nos hace únicos; aprendamos a usar la tecnología
no a satanizarla, todos la queremos usar pero es necesario poner límites. A
todos aquellos que hoy les toca la tarea de ser padres de adolescentes, no es
nada sencillo, aunque los chavos no quieran, hay que poner limites, hay que
promover la convivencia, hay que replantearnos que el mundo en el que vivimos,
no es el mismo que hace 20 años, no podemos esperar volver a lo que era; mejor
empecemos a construir con lo que hay, no son generaciones perdidas, desde mi
opinión, son generaciones que les hace falta el contacto, el afecto, no los
dejemos en el cajón, esto ayudará a los adolescentes a formar vínculos, a
encontrar con quien identificarse, a sentirse mas seguros de sí mismos.
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